Mi primera boda


http://www.muladarnews.com/2011/05/mi-primera-boda/

Nor­mal­mente, según mi filo­so­fía Adri­be­rry de vida, el matri­mo­nio reli­gioso es una para­fer­na­lia inú­til. Un des­pil­fa­rre de dinero con el único pro­pó­sito de mos­trar a los demás algo de lo que tú no estás tan convencid@: Que encon­tra­ron su media naranja y fue­ron feli­ces para siem­pre. No me pare­cía, solo veía estrés, care­tas, dinero al agua, más estrés y luego decep­ción. En resu­men nada bueno.
El sábado fue la boda de una amiga muy, muy que­rida. Con Luana nos cono­ce­mos desde hace un poco más de un año, pero ha sido más amiga de las que conozco años de años. Cuando nos contó del com­pro­miso, con Gri­ma­nesa nos pusi­mos feli­ces a las lágri­mas. Sí, ridí­cu­la­mente las tres moqueando de emo­ción por la situa­ción román­tica, por la vida como da vuel­tas, por muchas cosas, pero todas bue­nas. Fue­ron lágri­mas de felicidad.
Al con­tra­rio de mi idea sobre la boda, a mi pare­cer, un com­pro­miso es algo muy serio; el matri­mo­nio civil si es algo que sí se debe tomar seria­mente y el com­pro­miso de matri­mo­nio es la forma más bonita de com­pro­miso, por­que es una pro­mesa de pasar el resto de mi vida con­tigo, esto va en serio, lo más serio que pueda ir.
El com­pro­miso nos ale­gro mucho por­que, a pesar de los pro­ble­mas que Luana y su novio tuvie­ron en todo ese medio año que la cono­cía, antes del com­pro­miso, todos estos con­flic­tos fue­ron solu­cio­na­dos y la rela­ción se hizo más fuerte. Ade­más del obvio hecho de que si mi amiga es feliz yo soy muy feliz por su feli­ci­dad bien fundada.
Lle­gué tarde a la misa (ella no lo sabe y ojalá que no lo sepa) e hice mucha bulla con mis taqui­tos para ubi­car a Gri­ma­nesa. Durante la cere­mo­nia vi a Luana, pero muy poco, entre tanta gente y un cura rene­gón. La misa no me emo­cionó, pero ya tenía esa idea pre­con­ce­bida. Para los quince minu­tos que estuve de lo que resto la misa, no era para emo­cio­narme a las lágrimas, tam­poco tam­poco ah!
Ter­miné algo triste la misa, no pude casi ni salu­dar a Luana, hizo tanta para­fer­na­lia para mos­trarse a sus ami­gos y ni los podía salu­dar bien por­que estaba muy ata­reada. Que­ría abra­zarla, decir algo bacán, pero mejor no salu­darla, por­que no se me ocu­rría nada elocuente.
Con Gri­ma­nesa toma­mos un café y un jugo de naranja. Nos per­di­mos y lle­ga­mos con las jus­tas a la recep­ción, minu­tos antes de que lle­guen los novios. Les die­ron bur­bu­jas para soplar a los niños y empe­za­ron los discursos.
Pero fue en el momento en que empe­za­ron a bai­lar jun­tos, afor­tu­na­da­mente ahí me puse ade­lan­tito. Fue ahí que me di cuenta porque era esto. Los vi enamo­ra­dos, con los ojos bri­llan­tes, can­tán­dose la letra de su can­ción entre ellos, son­rién­dose: Ella linda her­mosa en todo su esplen­dor de novia; El con­tem­plán­dola embe­le­sado y todo bien ves­ti­dito. No solo ellos eran feli­ces igno­rando al resto en su feli­ci­dad entre bur­bu­jas, sino que yo tam­bién era feliz de ver­los feli­ces y ahí entendí el pro­pó­sito de la boda.
Fue total­mente nuevo para mí saber que podía ser tes­tigo del prin­ci­pio de una feli­ci­dad tan grande en alguien a quien apre­cio tanto. Cuando pude salu­dar a Luana mis pala­bras fue­ron las más comu­nes, nunca se me ocu­rrió decir algo más bonito que: “estás linda y espero que sean feli­ces”, decepcionante.
Luego hubo mucho bai­le­tón y pude fes­te­jar mas con Luana y su esposo (asu que serio suena eso de esposo). Espero poder ir a ver la feli­ci­dad de muchas otras lin­das pare­jas, ahora mi roman­ti­cismo ha vuelto.
PD: Mi falta de elo­cuen­cia recién se va, Luana, solo quiero decirte que tú me hiciste creer ese día en una boda y una eter­ni­dad feliz y te quiero mucho, es por eso que no hay en mi cora­zón más que bue­nos deseos por tu futuro y seguro que Dios es el más con­tento con una rela­ción tan linda. Llá­mame pronto para ver­nos, en cuanto te reco­nec­tes a la reali­dad de este mundo tan anti romance.

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