Circo de contradicciones

Una vez más estoy yo aquí sola,

existiendo en esta esfera de tristeza o nostalgia o soledad o mediocridad

o quizá todo junto, concentrándose y haciéndose una bola de nieve

dentro y fuera mio.

Una vez más sintiéndome insuficiente, insultándome, 

haciéndome bolita en la cama,

dejando que el polvo, el cabello y el tiempo se posen sobre mí

y construyan una capa protectora que volveré a romper

para exponerme a ser herida una vez más,

porque de eso se trata vivir,

no de que es bueno ni malo, sino ambos,

pero yo suelo enfocarme más en lo último y me cuesta mucho ver lo bonito.

No llegará nadie a remediar nada, solo yo.

Eso quiero pensar, no quiero depender de nadie más

pero lo hago

y termino "disfrutando" de mi propio circo de contradicciones

con derecho de admisión reservado para mí y unos pocos espectadores más,

igual a veces creo que admito demasiados de estos.

Y bueno, todos ellos y yo una vez más disfrutando de este triste show,

en el que los payasos son difusos y fugaces,

los sentimientos intensos a través de una estruendose música

y las demostraciones de afecto disparadas con cañón por todos lados.

No sé que tan atractivo pueda sonar ese tipo de espectáculo,

por lo que no hay entradas a la venta,

pero tampoco fechas y horarios para las funciones.

Solo se entra estando dispuesto en el momento preciso en el que el show se desarrolla.

Siéntate cómodamente en la medida de lo posible,

disfruta del variado y nutrido catálogo de memes, esos sí estan buenísimos.

Aquí no hay pop corn gringo señores, 

solo cancha serrana para acompañar la rica chela helada

y eso sí, las risas no faltarán.