Siu mai pa ti ...

Yo no soy tuya, ni de nadie, yo soy solo de mí... Que me quisiste te lo agradezco, pero no te pertenezco Hasta hace un tiempo estaba analizando el reggaetón, sus videos y el obvio machismo en ellos al tratar a la mujer como un objeto decorativo y de desfogue. Y bueno, por ahí me voy al super tono y lo bailo feliz y contenta hasta las 5am si se puede, y es que me vacila harto. Luego entro en conflicto jajaja. La música es un gran instrumento para influenciar a la gente. Veo que muchas veces me es difícil erradicar el machismo de mi vida. Cada vez que se habla del tema alguien se molesta porque las mujeres se hacen las víctimas (he visto hasta mujeres menospreciando y condenando lo que no saben). Pero díganme, ¿Qué hacemos permitiendo aún todos los años los CONCURSOS DE BELLEZA? Somos personas, creo que la belleza es algo mucho más amplio que solo ver una persona en ropa de gala, de baño y hacerle unas preguntas de su vida personal en las que debe haber las palabra

Hoy encontré esta foto en Facebook, compartida por un profe  muy chévere y dedicado a un hermoso trabajo de psicólogo Robin Williams en la foto, un hombre que era puro chistes y risas, en un gesto de la más pura ternura y sensibilidad. Siempre lo admiré tremendamente como artista, aún lo hago. En ese afán mío por querer ser actriz y no serlo, su talento es algo a lo que aspiro llegar. En esta foto me sentí totalmente identificada,  es parte de mi personalidad brindar alegría a todos aquellos que me rodean aunque por dentro muchas veces siento un pozo profundo de pena. Lo que más añora mi corazón en esos momentos es recibir amor. A pesar de sentir que no resta nada de mí más que dolor, busco transformarlo al sonido de las risas que me rodean, es un poder mágico que tenemos nosotros los que tienen como hobby el deprimirse. La música también ayuda un montón. - "Necesitas un hobby" - "Tengo un hobby" - "Estar triste no es un hobby&qu

Te siento Ayla, hace días me llamas a recordarte. A mirar ese parque y descubrir que entre todos los parques de Lima en este compartimos, jugamos, conversamos con los sentidos, en este parque me domesticaste. Me hiciste tu amiga y ahora te extraño. Pero  quiero pensar también en qué estarás haciendo ahora? espero que el día en que yo me vaya pueda verte corriendo entre nubes doradas. Tu pelaje limpio y reluciente con un lazo de adorno en el cuello como cuando recién te bañaban. Escucho el sonar de tus pezuñas y tus uñas raspando el piso. Tu colita moviéndose al compás del contorneo de tu cintura en tu baile de bienvenida diario para luego alzar tus patas para cubrirme de besos. Te sientoc onstantemente, te abrazo y siento tus lengüetazos y ahí me refugio buen rato.

No escribo, no escribo y no escribo Porque vino la muerte y arrasó con mi inspiración con mi felicidad, con mi esperanza, con mi confianza, con mi fe. Porque se llevó a mi perro, a mi casa, a parte de mi familia, mi trabajo, a mi amiga, a mi lado desenfrenado. Porque sé que cada día se acerca a mis padres,  a mis tíos, a los amigos viejos y enfermos. No diría que odio a la muerte, porque para nacer nuevamente necesito morir y una parte de mí murió con esas personas por lo que  me ayudó a nacer. Pero el luto no se lleva en la ropa,  se lleva en la mirada caída, en el pecho acongojado, en la postura encorvada, en la mirada en el piso. En que extraño a mi abuela, su casa, mi antiguo trabajo, mi perro, mis amigos, mi vida desenfrenada,       la juventud de los que me rodean. Pero todo eso ya no existe,  no importa cuanto llore por eso porque ya se fue, ya se fue mi fe, pero quiero hacerla renacer y no sé si pueda sola.

Cuando tenía cerca de 5 años, mi familia y yo migramos a Chile, el proceso fue difícil para adaptarnos a pesar de encontrar amigos. Luego de dos años, mi papá se quedó sin trabajo y tuvimos que regresar a Perú, no teníamos los recursos para que una familia de 6 personas viva en una ciudad como Santiago de Chile. No teníamos ni para regresar en avión, así que tuvimos que regresar en bus, mis padres creyeron tener todo los papeles en regla según lo informado por la embajada y así nos encaminamos.  Desafortunadamente no les informaron bien, al llegar a la frontera nos bajaron del bus porque mis papás podían pasar, pero nosotros no. Los amigos habían quedado en la ciudad, no sabíamos a donde ir a pasar la noche, el presupuesto era limitado y a pesar de tener solo 5 años recuerdo sentir la angustia de mis padres y que realmente no sabían que hacer, la gente no era necesariamente cálida siempre con los peruanos. Era la época que muchos peruanos salieron del país debido al terrorism