Siendo pajarito

Es algo recurrente, mínimo unas veces por semana, aunque nunca es suficiente. Me pierdo observando aves.

Me pierdo en sus colores (celestes algo pastel o negro azabache con destellos azules o doradas con verde), me pierdo en sus movimientos tan rápidos, en su forma frágil, en su aparente inseguridad.

Es impresionante porque en cuanto vuelan y son menos frágiles, la inseguridad y la desconfianza se quedaron en la tierra.

Fue tanta mi añoranza por las aves que un día me volví una de ellas. De repente, desperté un día y estaba sobre la rama de un árbol. Me sorprendí de qué hacía ahí, me miré y vi mi pequeño cuerpecito, mis frágiles patitas y mis plumas doradas, pero creí que era un sueño a pesar de lo real que se sentía. Entonces me dije que era mejor no preguntar y solo disfrutarlo.

Sin embargo había un problema, no sabía cómo salir de esa alta rama. ¿Qué puedo hacer? Sé que debo tener una pareja (por la especie que era) y debe estar cerca. Empecé a llamarla, quise decir "hola" pero  salió un trino desafinado y muy extraño.

Tuve que recordarme que soy un ave, pero ¿cómo llamo a mi pareja? Intenté imitar algún sonido de ave y pronto otro respondió, lo imite y poco después vino.

Poco a poco nos entendimos, teníamos que, sino no volaba, no comía, me cazaban y no vivía.

Luego me enseñó a volar, tenía mucho miedo, pero por lo menos pude bajar de la rama y practicar en un terreno más seguro. Buscamos comida y agua, no había nada más porque preocuparse y era genial porque solo necesitábamos un poco.

Al pasar el tiempo ya me quería acostumbrar a ser ave por siempre, pero no se me permitió, tal como amanecí ave, amanecí humana.

Quizá necesito aprender a volar como humana. Así como lo aprendí de ave, pero ya no hay instructor. Quiero volar para dejar en la tierra la desconfianza.

Controlar mi desplazamiento y que éste sea tan libre como yo lo permita me dará la certeza que tanto añoro.

Creo que aún no me atrevo a volar muy alto o a irme muy lejos de mi zona de confort. El miedo, el puto miedo, a ese es al que debo dejar bien plantado en la tierra.