Me gustan los cholos

Sí señores, tal y como se lee, me gustan los cholos. Eso sí, no cualquier cholo.


En este viaje a Cusco, lleno de guapos turistas, simpáticos argentinos, divinos brasileros, pícaros limeños y (por lo menos para mí) el embobante hablar de los colombianos. Me vi también extrañamente atraída a algunos autóctonos habitantes cusqueños. 


Aquellos de ojos grandes, piel canela, sonrisa constante, no tan altos y siempre actitud relajada. Eso es lo que más me gusta, su actitud. Siempre tienen algo de que cagarse de la risa, realmente admiro esa forma de importarles un pepino lo que nosotros, limeñitos arrogantes, piensen de ellos que andan tan conectados a sus antepasados y pasan del quechua al castellano y del castellano al inglés como les viene en gana y les conviene. Quién sabe si, lo cual es muy probable, en sus conversaciones en quechua u otro idioma ancestral, están burlándose o criticando algo con cierta razón. "Disimula, pero esa tía está con el cierre abierto y ni cuenta la muy reencauchada." Y luego se cagan de risa mientras siguen rajando.


¿Que puedo hacer sino quedar encantada por su despreocupación? Ellos leen en el rostro de la gente, no sé como, pero algo me dice que saben muy bien con quién pueden decir qué.






Para mí eso es digno de admiración. Ojala un día llegue a ser tan relajada y despreocupada como ellos.



Me falto un brasilero



Comments

  1. Había olvidado que tenías este blog, fue relajante leerte, y ver los videos, sobre todo el segundo,que lo sigo viendo ahora. Y a Brasil, podemos ir despué :) jaja.
    Te quiero mucho, cariños! te seguiré leyendo. Besos.-

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