Vamos a carnavalear, gafa

Este año he viajado más que el anterior sin siquiera proponérmelo. Viajar es una de mis más locas pasiones y cuando se presenta la oportunidad no la desaprovecho. Esta oportunidad fue muy buena. Mi amiga me invitó a su casa y me trataron excelentísimo, me llevo con su grupo de amigos, quienes también me trataron de la refurinfunflay.

El primer día no estuve con ella, sino con mi tío y mi primo pasarreandeando por ahí para conocer un poco antes de que empezaran las festividades centrales del carnaval. También me trataron muy bien. Anduve un poco por mi cuenta en la tarde, con mi fiel MP3 al oído y mi viejito pero fiel par de zapatillas viajeras pude ir de arriba pa abajo.

El carnaval empezó la noche que llegué exhausta a la casa de mi amiga a dormir, te puedo decir que la casa de las Rojas en Cajamarca es Carnaval. Empezó con el uvachado en el comedor de la cocina mientras iba conversando con la familia de mi amiga, hasta las 11pm. Luego fui a mi sacrosanta habitación reponiendo fuerzas para empezar el día siguiente.

Grande fue mi error cuando estaba en un profundo sueño a la 1am y me levanta mi tía Gladys: "Adriana, levántate que ha venido mi familia a saludar y cantar coplas" y yo: "¿Ah? ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo y dónde estoy?" Así que con un pie en no sé que planeta y otro en Cajamarca, me hicieron bajar somnolienta a la bulla de las coplas, la chela, el uvachado, el poro poro, el baile que con unos tragos encima aprendí hábilmente a dominar. Todo esto hasta las 6am que comimos una deliciosa comida con harto ají y nos fuimos al sacrosanto cuarto con mi nueva "prima".

Al día siguiente salimos con mi amiga a enfrentarnos al salvaje carnaval. Sucedió que pasos antes de entrar a la procesión del "Ño Carnavalón" le dije: "Tengo miedo" a lo que ella me respondió: "Ya pe, si quieres te regresas ahora a la casa" y yo le dije"¿Tas loca? Si pa esto he venido, vamos nomás" Y así sin valor me metí corriendo entre la multitud. Agua, pintura, (fácil) metieron mano,  acribillaron, bañaron en trago. Pero simplemente fui feliz. El cielo, la alegría de la gente, el excelente clima que me tocó, la música, el alcohol, el jolgorio, el todo hizo que mi corazoncito emocionado estuviera a punto de salirme del pecho hasta ahora cuando recuerdo las coplas.

Tengo que admitirle a mi Lima querida que esos días no la extrañé nada, pero no te resientas que solo fue unos días. Los demás días fueron un poco de lo mismo: las comparsas, la chicha de jora, la música, la comida deliciosa, el clima perfecto. Fue más de lo mismo pero lindo, juro que no me quería ir sino que ser carnavalera para toda mi vida.

No te vayas carnaval
Quédate ocho días más
Si por capricho te vas
Yo te sigo por detrás

Así que hasta el próximo año carnaval.

Comments

Popular posts from this blog

Hombre de lata

Circo de contradicciones

Auto traición