Miau



Con él todo es suave,
su voz me calma,
sus manos me relajan.
sus besos se sienten cual terciopelo.
Su mirada no dice nada
y a la vez me dice todo.

Quizá el sepa escuchar mucho mejor que yo que estudio 5 años para lograrlo.
Él me reconforta y a la vez me emociona.
Su abrazo me calienta y sin él siempre tengo mucho frío.
Lo extraño a diario, a cada hora, en cada momento y situación.

Sueño despierta con su mirada triste,
siento su calor y me desconecto del mundo,
el resto no importa mientras lo recuerdo.

A mi corazón le cuesta volver a latir así, a arriesgarse así,
después de tantas heridas aún se atreve a querer, a quererlo infinitamente.
Se arriesga y teme a sufrir una vez más, otra vez.
Tiene miedo como puede tener amor, pero de qué me sirve el miedo si muero sin haber vivido.
Si de algo he de morir que bueno que sea de amor aunque duela mucho, realmente duele mucho.
Me vuelvo a arriesgar.

¿Qué pasa si no se puede? Si algo fuera de todo ese lindo sentimiento lo impide todo.
Solo otra vez el corazón rumiando su tristeza, su falta de amor propio,
rumiando su desamor.

Te necesito a cada momento, te necesito un poco más y temo más,
¿eres acaso lo que faltaba para equilibrar mi vida?
¿O una vez más aprenderé a levantarme sola de una de mis tantas caídas?

¿Cómo empezó todo? No creo que con los piropos,
no me creo linda y mucho menos inteligente así me lo digas todo el día, que lo haces.
Me los dejé de creer desde que la gente empezó a usar las palabras sin reflexionar en su significado,
o más específicamente desde que me lo hicieron varias veces.

Si supiera lo que pasará quizá ni siquiera me arriesgaría.
Lo quiero y quiero seguir sonriendo por su causa todas las mañanas,
desentonando con el resto de mi ciudad.

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