Contracultura II

La verdad que cada día estoy más indignada por las noticias.
Últimamente lo que leí de este chico asesinado, Daniel Zamudio me hiere plenamente
y me indigna que los dirigentes en Chile, en vez de garantizar que esto no vuelva a suceder
de la manera legal y democrática que debe ser, se preocupan en su futura campaña,
en las implicancias en su carrera política y en la iglesia católica.
Habrán muchos Danieles y ¿qué harán al respecto?¿esperar que esto continúe?

Mi mami me apoya en ser malito

¿Cómo es que el ser humano puede ser tan cruel con su hermano?
Tan indiferente por la vida de otro de su misma calidad, de la única que existe,
de la calidad de humano. Realmente ¿somos humanos?

¿Saben quién más tiene la culpa de estas desgracias? No solo aquella sociedad que incentiva la violencia, el odio, la reacción iracunda, el refugio en drogas, compras y huevadas. Los padres.
Tu y yo seremos padres algún día o ya lo somos, somos ejemplo de algún niño que nos ve con admiración en la calle o de algún sobrinito o de un alumno o de un amigo o de quien sea.
No enseñemos a odiar, no enseñemos a vengar.

Enséñemos que la vida es hermosa si la vives plenamente, si la respiras profundamente, la tocas, la hueles, la sientes, la saboreas, la miras con los ojos bien abiertos.
Que tus vecinos, compañeros de trabajo, compañeros de estudio, familia son tan humanos como tú y por lo mismo sienten lo mismo que tú y es así que pueden sentir empatía y con la empatía llegar a la compasión y al amor al resto.

La vida es compleja, pero odiando un poquito más cada día, colaboramos a que cosas así sucedan.
Amemos, amémonos todos y a todo el mundo mejor, de a poquitos y lo lograremos grandemente en un futuro y lograremos amarnos a nosotros mismos. Para lograr grandes cosas no necesitamos posesiones más que la de nuestra consciencia como seres espirituales.

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