Relatos de combi

Es lunes por la mañana, el cielo de Surcolandia, Lima está gris panza e' rata. Viene la semidestartalada 91, levanto el brazo derecho y me subo con cuidado pero fugaz al micro. La 91 hace la ruta Tomas Marsano hasta la Brasil, donde hace una semana estoy trabajando y no me gusta (pero ese es otro tema). En este micro casi siempre tengo la suerte de ir sentada todo el camino, da un poco más de vueltas, pero finalmente voy cómoda.

De fondo se escucha "salsa sensual." El cobrador, a pesar de viejo y de aspecto sucio es bastante educado, así no es tan desagradable el viaje y felizmente no apesta. No hace el trabajo de simple cobrador, no. Se dedica a buscarle sitio a las personas que necesiten el asiento, les avisa. Ayuda a la gente a subir y bajar cuidadosamente, es amable y atento. Es gracioso también por la forma en que voltea su cabeza de atrás para adelante y se mueve su cuello mofletudo o cuando patea la puerta para desatorarla y le dice a un señor obviamente menor que él "Ya! Baja tío."

Es uno de esos micros con personajes trabajando en ellos, a veces los vez, no dices nada, solo te ríes a escondidas. Yo decidí escribir de ellos, me sacan una sonrisa al acordarme de esos viajes y ya olvido los no tan agradables.

Cambiando un poco el rumbo que llevaba este agradable artículo, creo firmemente que el trabajo de estas personas no debería ser desplazado, ignorado, maltratado; sino todo lo contrario dignificado, mejorado, darle calidad, orden. A su manera ellos han hecho muchas cosas ingeniosas, como crear no solo empleo para ellos (chofer y cobrador) sino también el datero y el que hace propaganda para la combi, subiendo gente. Son chambas, por insignificantes que se vean, le dan chamba a alguien que no tuvo tantas opciones de ponerse a estudiar algo y romperse el lomo pagando sus estudios como tu y yo.

Es por eso que no estoy de acuerdo tampoco con la Municipalidad de Lima, a pesar de que voté por Susy, no creo que sea buena idea monopolizar el metropolitano cuando no tiene las unidades suficientes para abastecer el transporte urbano de una ciudad tan, pero TAN GRAAAAAAAAAAANDE como ésta. Y se debería subir el costo del pasaje en las combis, si pes, yo se que te duele el bolsillo aceptar esto, pero nada bueno se puede reclamar si pagas china o un sol por tremendas distancias. Opino yo, no sé tú.


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