¿Qué puedo hacer conmigo?

He notado que sufro un grave problema, ilusionitis aguditis, ingenuidad grave, crédula hasta la médula. Tontísima es el diagnóstico general.

Díganme que se puede hacer por una enfermedad tan arraigada como la mía, la de creerse todo lo que me dicen, prometen, juran y re juran un chico que me gusta y dice que yo le gusto. Pienso que quizá me hago un mundo de una huevada, pero la verdad es que así soy. No puedo mentir, ocultarlo y dejar de escribirlo porque escribir es mi desfogue, mi desagüe de toda emoción muy fuerte.

Lo conocí por este blog y es que en realidad nunca me había importado darle mucha bola. Pero en cuanto lo conocí, todo loco y divertido, me reía tanto que me gustó. ¿Cómo nos encantan aquellos que nos hacen reír tanto, no? Bueno pues a mi me gustó, luego me encantó, luego lo quise. Todo esto progresivamente, el me dijo que le gustaba, que le encantaba y que me quería "tal y como era". Me sentí Bridget Jones con Mr. Darcy y ya que me encanta esa película, me recontra identifiqué y pensé que esta vez me iba a ligar. Me creí que soy linda, bonita, sexy, inteligente, divertida y todo ese floro que me dicen otros pero nunca les creo, a él si le creí tontamente.

Pensando que todo podía surgir bonito, por alguna vez, luego de tantas malas veces. No escuché advertencias, ni el "relájate adri" de la sabia Marce. Yo me fui con todo, craso error, me deje llevar por lo que escuchaba y por ser feliz en ese momento.

¿Pero sabes qué? No me hace nada bien, en éstas épocas de cambios y recuperaciones emocionales exponerme a de nuevo ser herida y sufrirlo. Ya las cosas se mostraron por sí mismas, se demostró que fui yo la única pánfila que se dio todo lindo. Lo cual nunca es para arrepentirse, porque fui feliz mientras me daba, pero tampoco doy gratis mis sentimientos más bonitos, porque después ya no es bonito, es bien feo.

A pesar de la madurez que pueda llegar a tener eventualmente, este es mi lado flaco, mi lado chibola, mi ilusión gratuita y fácil. Tengo que aprender a no pensar que el primero que aparece con el traje de superman me hará su Lois Lane, porque no son superman como el que tengo acá en casa, el que hasta ahora parece ser el único y el real, el que mi mamá tuvo la suerte de ser su Lois Lane.

No espero la vida por tener el mío, porque quizá nunca llegue, pero si me expongo cada vez que parece aparecer uno, acabare con las ilusiones hechas trizas. Tampoco quiero volverme un témpano de hielo, por eso tengo miedo y no sé que hacer. ¿Qué hacer? Solo el tiempo dirá que es lo mejor por hacer.