El principe color caqui



Con muchos fingí olvidarlo, pero la verdad es que recuerdo un tema en especial de cuando tenía 6 años. Tenía un novio en el colegio. No nos besabamos. Nos agarrabamos de la mano, eramos complices en los juegos cuando los niños y las niñas jugaban juntos. Y bueno, cada uno por su lado; cuando los niños jugaban juegos de niños y las niñas, juegos de niñas.

Ha sido de los mejores novios que he tenido. De lo que recuerdo. Se llamaba Francisco, era guapo, alto, con una sonrisa de pícaro de las que hasta ahora me encantan. Nuestra rutina era saludarnos, en la mañana cuando yo llegaba al colegio, con un movimiento de manos a lo lejos. Si yo tenía un problema con las manualidades que se debían hacer, el me ayudaba con su fuerza masculina de niño de 7 años.

En la tarde, ibamos a tomar la leche, que ofrecía el colegio, juntos mientras conversabamos muy poco. Para que después nos alcanze el tiempo para ir a jugar. De las cosas más románticas que recuerdo, es que como yo siempre he sido bajita, el me ayudaba a sacar las nueces del árbol, para luego abrirlas con el marco de la puerta y comérnoslas.

¿Quién sabe si algún día lo volveré a ver? No creo que sea lo que yo recuerdo, ni yo tampoco lo sea para él (si es que me recuerda algo). Preferiría que no, me gusta recordarlo así y ahí.

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