Siendo pajarito

Es algo recurrente, mínimo unas veces por semana, aunque nunca es suficiente. Me pierdo observando aves. Me pierdo en sus colores (celestes algo pastel o negro azabache con destellos azules o doradas con verde), me pierdo en sus movimientos tan rápidos, en su forma frágil, en su aparente inseguridad. Es impresionante porque en cuanto vuelan y son menos frágiles, la inseguridad y la desconfianza se quedaron en la tierra. Fue tanta mi añoranza por las aves que un día me volví una de ellas. De repente, desperté un día y estaba sobre la rama de un árbol. Me sorprendí de qué hacía ahí, me miré y vi mi pequeño cuerpecito, mis frágiles patitas y mis plumas doradas, pero creí que era un sueño a pesar de lo real que se sentía. Entonces me dije que era mejor no preguntar y solo disfrutarlo. Sin embargo había un problema, no sabía cómo salir de esa alta rama. ¿Qué puedo hacer? Sé que debo tener una pareja (por la especie que era) y debe estar cerca. Empecé a llamarla, qui...