Mi viejo amigo joven
Mi viejo amigo joven, no sabes la pena que me genera saber lo que pasaste, la tristeza y el abandono que sufriste y que yo, tu vieja amiga joven, no estuve ahí para apoyarte, hablarte o aunque sea decir algunas palabras de consuelo o de risas y buenos ánimos. Cosas como que las cosas malas le pasan a todo el mundo, pero las que tu pasaste fueron más que malas para alguien tan joven y bueno como tú. Sabes que te quiero entrañablemente y tu pena es mi pena y te juro que sentí tu dolor después de tu relato. Además sentí tu alegría al conocer al regalo que te hizo Dios, tu hijo hermoso. Te felicito por él y estoy segura que seras el mejor de los padres, tanto como eres para mí un excepcional hombre y amigo. Me tiene impotente el no saber que hacer por ti y solo pensar en lo que te pasó y desear con todo mi corazón que no sigas sufriendo, que todo te vaya excelente. Porque, mi viejo amigo joven, tú te mereces todo lo bueno y todos los días te mando mis oraciones y buenos deseos des...