Él me picó como la raya

Ya cumplí más de un mes sin vivir contigo. Hoy tu prima me llamó a morbosearse con nosotros muy educadamente y también muy educadamente la mandé al carajo. Déjame en paz por favor. No, no por favor, sino porque me lo merezco, así no encuentre esa paz estando sola. Aún lloro, aún duele, aún está el vacío presente de no poder echarme a ver TV abrazada a ti, luego recuerdo lo malo y la nostalgia se va, pero aún queda un huequito en mi pecho que procuro llenar con amor propio y solo eso. Estoy fuera de la ciudad, frente al mar, lamiendo mis heridas hasta que éstas cicatrizen. Sin embargo, había olvidado lo lenta de mi cicatrización, mi cuerpo no olvidó. El primer día acá frente a este hermoso mar y desierta playa me aventuré a entrar a bañarme, a pesar de las muchas advertencias en relación a las rayas y la marea. Bueno pues, una me picó finalmente y lo hizo 2 veces. En este caso el proceso de cicatrización también es lento, principalmente el proceso de volver a confiar en...